Llega
el día, nos volvemos a encontrar, pero esta vez no hay lluvia, ni frío, solo
dos personas en medio de un torbellino... Me preguntas: ¿Que quieres hacer?.. Y
digo: Lo que desees....
Pero te
digo: vamos al súper necesito comprar unas cosas para la cena... OK, dices...
Pasa
una hora, he terminado de comprar todo lo que necesito... Pero me preguntas:
Para que las frutas ¿(fresas y
uvas)? Y te respondo: las picare y le pondré miel... Dices: no entiendo, pero
OK! Llegamos a casa, pongo los platos, la bebida y voy preparando la cena...
Cuando
de repente te paras detrás mío, me abrazas y te digo que me sueltes, por que
estoy picando, las verduras y la carne, pero insistes y no me sueltas, de
repente me volteas y me besas, suelto el cuchillo y respondo al beso...
Pero
nos decidimos a que todo, lo que debe de pasar, será después de la cena...
Cenamos, charlamos, bebemos y risas van risas vienen, estamos satisfechos de
la rica cena, nos quedan dos copas de vino, mas el postre...
Pero
decides, encender el momento, me agarras y me besas, me descuido y de un
momento a otro, me cargas, estamos frente a frente, seguimos hacia la cama...
Cuando
te das cuenta, que ahí están las fresa y la crema batida... Y dices: tenías
todo planeado...
Tiro
una carcajada y respondo: Que si... Ya en la habitación...
Te pido
un momento... Pongo música suave, apago las luces, poco a poco, nos unimos uno
con el otro, con la mirada, vemos el deseo del otro, me tomas por el pelo,
acaricias mi cuello, mientras que devoras con tus labios los míos, tomo una
fresa con crema batida y te la doy con mi boca... Le sacas el jugo al instante,
y junto a ella muerdes mis labios como si fueran una de estas...
Besos,
calor, sudor cayendo en nuestras espaldas, seguimos compartiendo las fresas, me
das una y yo otra, jugueteamos en la cama, cosquillas, risas y placer, es la
segunda vez, pero con más fuerza y más deseada que la otra, dices: eres toda
una fiera y tú todo un león digo...
Pasan
las horas, tomamos un baño juntos, cuando siento que te quedas fijamente
mirando, como mi pelo, cae sobre mi espalda y suplicas mas, te complazco,
termina la noche y tengo que volver a mi casa...
Gracias
por la agradable noche, me dices... Cuando quieras se puede volver a repetir,
encantada en complacer tus deseos y que quedes satisfecho ...
Tu perfume y el mío, se volvieron uno y terminaron en donde querían, una noche
de placer...